La quimioterapia y la caída del cabello

Incluso si no es sistemática, la caída del cabello durante el tratamiento del cáncer suele ser traumática.

Hasta cierto punto, es posible prevenirlo. Sabiendo que en todos los casos el cabello vuelve a crecer después de suspender el tratamiento.

Los medicamentos de quimioterapia también atacan las células sanas que forman el cabello y el cabello. Algunos de ellos provocan la caída del cabello en todo el cuerpo y el rostro, especialmente el cabello. A esto se le llama alopecia.

Las pestañas también pueden caer temporalmente. Las pestañas protegen los ojos del polvo y la ausencia de pestañas puede provocar irritación ocular. El uso de anteojos protege los ojos del polvo. El médico prescribe gotas para los ojos para aliviar al paciente.

El vello púbico a veces se cae, al igual que el cabello y las pestañas. Vuelven a crecer cuando se suspende el tratamiento.

Alopecia en la quimioterapia

La alopecia o la caída del cabello a menudo se experimentan mal. Algunas personas lo experimentan como un trauma. Tienes que estar preparado para ello. Esto se debe a que, además del estrés de la enfermedad y el tratamiento, la caída del cabello afecta a las personas en su imagen corporal. Esto a veces tiene un gran impacto en su bienestar físico y psicológico. La alopecia parece afectar más a las mujeres que a los hombres, quienes a veces la consideran más espectacular que grave. Conocer a otras personas enfermas a través de asociaciones o grupos de apoyo a veces resulta reconfortante para el paciente.

La alopecia no está relacionada con la eficacia del tratamiento ni con la gravedad de la enfermedad.

No todos los medicamentos de quimioterapia provocan caída del cabello. El médico le informa al paciente si el tratamiento prescrito puede provocar la caída del cabello o no, para que pueda prepararse para ello.

En ocasiones, la caída del cabello va precedida o acompañada de dolor u hormigueo en el cuero cabelludo durante unos días.

La consecuencia de los tratamientos

La alopecia (término médico para la caída del cabello) es causada por ciertos medicamentos de quimioterapia porque eliminan las células del cuerpo durante la división y, en particular, las particularmente activas en los folículos pilosos, es decir, indican a las células dónde se originan los pelos. Esto luego conduce a la caída de todos los tegumentos: el cabello pero también todos los demás pelos, las cejas, el vello púbico y el vello debajo de los brazos (axilar), así como la barba en los hombres.

Además, la radioterapia, especialmente en el cráneo, conduce a la alopecia. Esta alopecia puede ser más o menos irreversible en caso de radioterapia dependiendo de la dosis administrada por sesión y la dosis total.

 

Una vez que el cabello se ha caído, hay un período de tiempo para que vuelva a crecer. Esto se debe a que mientras se administra la quimioterapia, el cabello no vuelve a crecer. Por otro lado, al finalizar los ciclos cesados, el cabello puede empezar a crecer muy poco tiempo después, según el caso. Al principio, es aconsejable cortarse el pelo lo suficientemente corto antes de comenzar el tratamiento para reducir el volumen de cabello que puede caerse y evitar un cambio físico demasiado violento.

Cada persona tiene una sensibilidad diferente y cada fármaco provoca una alopecia más o menos grave.

Esto se debe a que no todos los medicamentos de quimioterapia provocan la caída del cabello y la caída del cabello corporal. La aparición de este efecto secundario también depende de la dosis de medicamento prescrita, la duración del tratamiento y la sensibilidad de cada paciente. Debe preguntar durante la consulta con su oncólogo si el producto que planea administrarle le provocará la caída del cabello.

¿Cómo prevenir la caída del cabello?

Muy pocos métodos previenen la caída del cabello, sin embargo, algunas recomendaciones pueden ralentizar o reducir el riesgo.

En primer lugar, durante toda la duración del tratamiento, es mejor evitar los colorantes, en particular las permanentes a base de amoníaco para no atacar el cabello durante toda la duración del tratamiento si no se han caído.

Hay un casco de enfriamiento que es una especie de charlotte, lleno de un líquido cuya temperatura es de menos 25 grados. Este casco de enfriamiento permite reducir el diámetro de los vasos (vasoconstricción). La disminución del suministro de sangre al folículo piloso reduce la cantidad de producto de quimioterapia que llega a ellos. Algunos centros lo utilizan de forma sistemática, otros menos ya que la efectividad es sumamente variable y debatida.

En la práctica, es mejor tener el pelo corto si es grueso y si lo es, mojarlo antes de colocar el casco para aumentar su efectividad.

En cualquier caso, si el centro donde estás siendo tratado utiliza este auricular, conviene ponerlo diez minutos antes de la inyección del producto quimioterápico y conservarlo media hora después. Fijado firmemente al cráneo con un vendaje apretado, requiere proteger las orejas, el cuello y la nuca para limitar el dolor causado por el contacto directo con el frío.

Durante la instalación, se calienta al paciente con una manta porque la sensación de frío se extiende por todo el cuerpo y puede resultar desagradable durante los primeros minutos.

Algunos efectos secundarios pueden aparecer con mayor frecuencia, como dolor de cabeza, mareos o náuseas. Debe preguntar a su oncólogo si es útil usarlo para determinadas infusiones que en ocasiones son demasiado largas para permitir el uso de este casco.

También tenga en cuenta que en algunas leucemias, tumores o metástasis cerebrales, no es posible utilizar este casco.

En la práctica, es recomendable llevar una bufanda o toalla de baño para cubrirse el cuello mientras lleva puesto el casco, así como ropa abrigada para reducir la sensación general de frío.

 

 

¿También se ven afectadas las cejas y las pestañas?

La quimioterapia puede hacer que las pestañas y las cejas se caigan al igual que el cabello.

Hay soluciones cuando has perdido las pestañas y las cejas.

Primero, uno puede aprender a dibujar las cejas con un lápiz de maquillaje.

En segundo lugar, existen plantillas para facilitar el dibujo de las cejas ya sea con lápiz o con polvos.

En tercer lugar, las técnicas de maquillaje semipermanente también pueden dar buenos resultados (conviene consultar a una esteticista que haya recibido una formación especial: un dermógrafo).

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