¿Caída del cabello luego de una cirugía, que hacer?

Como si el estrés de tener que someterse a un procedimiento quirúrgico no fuera suficiente, muchas personas aún experimentan un aumento en la caída del cabello después de la cirugía.
Para comprender las causas y los mecanismos de la caída del cabello, primero es necesario conocer algunos conceptos sobre el ciclo normal del cabello.
Ciclo del cabello
El ciclo del cabello se divide en 3 fases principales:
Anágeno o crecimiento: en esta etapa el cabello crece en promedio 1 cm por mes durante 2 a 8 años. Después de este período variable, comienza la fase catágena.
Catágena o involución: dura de 2 a 4 semanas. Durante este período hay involución del bulbo piloso o raíz con una disminución progresiva en la producción del cabello hasta la parada completa, que ocurre en la siguiente fase, la fase telógena.
Telógeno o en reposo: no hay más producción de hilo durante esta fase, que dura unos 3 meses. El cable permanece en reposo en esta fase hasta que cae. Después de caer, es reemplazado por un nuevo cable en la fase anágena, comenzando otro ciclo.
Una vez que parte del cabello entra en la fase telógena, es normal que caigan entre 100 y 150 cabellos por día.
Sin embargo, durante períodos de estrés, como después de la cirugía, puede haber un aumento en la cantidad de cabello que ingresa a la fase telógena de manera prematura, lo que resulta en un aumento temporal de la caída del cabello. Este fenómeno se llama efluvio telógeno.
Pérdida de cabello y estrés
El estrés es en gran parte responsable de la caída del cabello después de la cirugía.
Las situaciones estresantes inducen la producción de hormonas y otras sustancias que interfieren con la producción de cabello.
La consecuencia más común es el efluvio telógeno, y la caída del cabello generalmente se observa alrededor de 1 a 3 meses después de la cirugía.
Estudios recientes han apuntado la posibilidad de que el estrés también interfiera en la evolución de la calvicie o alopecia androgenética. Según estos estudios, el estrés precipitaría la aparición y aceleraría la progresión de la calvicie en personas con predisposición genética.
Anestesia
Aunque los pacientes y la mayoría de los médicos creen que la anestesia puede aumentar la pérdida de cabello después de la cirugía, todavía no hay datos científicos concluyentes sobre el tema. Si esta relación es cierta, es más probable que la caída ocurra después de largos períodos bajo anestesia.
Los pocos datos científicos sobre el tema sugieren que debido a que la anestesia disminuye la tasa de división celular, podría afectar tejidos con una tasa rápida de renovación, como los folículos pilosos, induciéndolos a entrar en la fase de reposo.
La buena noticia es que este cierre es temporal, y los folículos pronto recuperan su tasa normal de producción y crecimiento.
Acto operativo
Factores relacionados con el acto operatorio, como la pérdida de sangre durante la cirugía y los cortes quirúrgicos en la piel o en los propios tejidos profundos pueden provocar que el cabello deje de crecer, entre en la fase de reposo y se caiga.
Si el área de la incisión tiene cabello o cabello, aún puede haber cicatrices y pérdida permanente del cabello.
Medicamentos
Hay muchos medicamentos que pueden afectar el crecimiento del cabello, incluidos algunos que son necesarios para procedimientos quirúrgicos.
En este caso, el mecanismo de inducción de la caída del cabello después de la cirugía puede ser directo o indirecto, es decir, puede ser un efecto secundario esperado del medicamento o secundario a complicaciones de su uso, como, por ejemplo, después de una reacción alérgica.
Sin embargo, una vez que se suspenden estos medicamentos, el cabello vuelve gradualmente a su tasa de crecimiento normal.
Dieta y metabolismo
Durante el período de recuperación posquirúrgica, hay un aumento del metabolismo y la necesidad de nutrientes como proteínas, vitaminas y minerales.
Entonces, con cantidades limitadas de estos elementos, naturalmente se dirigen a lugares que son esenciales para el cuerpo, y el cabello no es uno de ellos. Por lo tanto, cuando las personas no comen adecuadamente después de la cirugía, el cabello es uno de los primeros en sufrir.
Para reducir el daño causado por el estrés quirúrgico en el cabello, es importante comer adecuadamente. Se recomienda aumentar el consumo de frutas y verduras y no olvide incluir en la dieta alimentos ricos en hierro, biotina y zinc. En casos seleccionados, aún puede ser interesante hacer un reemplazo oral con suplementos o incluso inyectables, si es necesario.
Uno de estos casos especiales es la cirugía bariátrica. La cirugía de reducción de estómago o gastroplastia reductora, con o sin bypass intestinal, se ha vuelto cada vez más popular y la pérdida de cabello después de la cirugía también es cada vez más común.
Hay varias variaciones de técnicas quirúrgicas, cada una con sus deficiencias nutricionales específicas.
En general, la cirugía bariátrica puede ser deficiente en calcio, hierro, cobre, zinc, ácido fólico, vitamina B12 y vitamina D.
La orientación nutricional para la sustitución de estos elementos es fundamental para controlar la caída del cabello. La formulación de la dieta así como las posibles sustituciones deben ser realizadas y seguidas preferentemente por un equipo multidisciplinar.
Complicaciones quirúrgicas
Someterse a cualquier tipo de cirugía aumenta las posibilidades de contraer una infección.
Las infecciones bacterianas, virales o micóticas pueden agravar la caída después de la cirugía.
Por lo tanto, cuanto antes se identifique y se trate una infección, menor será la posibilidad de tener una mayor pérdida de cabello.
Caída del cabello después de la cirugía: ¿qué hacer?
Después de la cirugía, los hilos se pueden ver en mayor cantidad en la almohada, el baño o el cepillo. El cabello puede parecer más delgado y más delgado, pero no se espera si nota grandes defectos.
Desafortunadamente, toda cirugía implica algo de estrés, es importante tratar de minimizarlo tanto como sea posible. Las sugerencias como tomarse un tiempo del día para relajarse y hacer ejercicio, o participar en actividades para reducir el